Córcega, 17 de abril. Llevábamos cuatro días en la isla y seis barrancos descendidos, y la verdad, nos estaba saliendo todo bastante bien... pero a mí me iba faltando ya bajar algo con más entidad, más largo, más "barranco". Algo con menos saltos y más cuerdas, más sostenido, de mayor desnivel. Y el Sulleoni vino a cumplir mis deseos.
Estamos aquí ante un barranco más propio del continente, muy encajado en su primera mitad, donde el verde esmeralda deja paso a tonos más sombríos y las maniobras con cuerdas se vuelven obligatorias en un escenario que, con mayor caudal, se pondría realmente serio en algunos pasos. Esa primera mitad va ganando verticalidad poco a poco, y en ella cada rápel es unos metros más largo que el anterior, hasta culminar en el paso más característico del descenso, la bonita cascada de sesenta y cinco metros. Después viene una segunda parte más abierta, más soleada, en la que los rápeles van perdiendo altura pero que no desmerece en absoluto al conjunto. Es un barranco muy completo e interesante, quizás algo menos conocido que sus vecinos del este de la isla pero, para mí, menos prescindible que muchos de ellos.
Estamos aquí ante un barranco más propio del continente, muy encajado en su primera mitad, donde el verde esmeralda deja paso a tonos más sombríos y las maniobras con cuerdas se vuelven obligatorias en un escenario que, con mayor caudal, se pondría realmente serio en algunos pasos. Esa primera mitad va ganando verticalidad poco a poco, y en ella cada rápel es unos metros más largo que el anterior, hasta culminar en el paso más característico del descenso, la bonita cascada de sesenta y cinco metros. Después viene una segunda parte más abierta, más soleada, en la que los rápeles van perdiendo altura pero que no desmerece en absoluto al conjunto. Es un barranco muy completo e interesante, quizás algo menos conocido que sus vecinos del este de la isla pero, para mí, menos prescindible que muchos de ellos.
La primera parte, como decíamos, es la más deportiva, estrecha y pulida:
primeros rápeles, por todo el activo... |
...aunque todavía de pocos metros de altura |
pasos de muy poca anchura que pueden crear... |
...serias dificultades con caudales elevados |
rápel de 15 metros muy canalizado, desde arriba... |
...y desde abajo. La gran vertical se acerca |
panorámica de la cascada |
Cinco rápeles después de empezar, ya hemos llegado al paso clave. La gran cascada puede descenderse por todo el activo de una sola tirada (65 metros), aunque quizá sea mejor dejar esa opción para cuando su caudal sea bajo. Alternativamente, por la derecha podemos acceder a una reunión que se aleja del agua y permite fraccionar el salto en dos rápeles de aproximadamente 45 y 25 metros. No son rápeles bonitos, pero sí menos expuestos. La reunión intermedia no es cómoda, y debe tenerse en cuenta que en ella no caben más de dos personas.
Empieza la segunda parte del descenso. Después del gran rápel, aún nos quedan unos cinco más. El primero de ellos era de treinta metros, pero ha pasado a ser más bien de unos treinta y cinco al haber cambiado la reunión que marcan las reseñas -antes un árbol, hoy expansivos-. Esto debe tenerse en cuenta, porque desde la cabecera no se ve el final del rápel. Los siguientes son más cortos, la continuidad se mantiene y nos acaban llevando a un último resalte, de unos cuatro metros, tras el que el barranco desemboca en el río Umbertacciu. Muy buena actividad.
Iniciando el rápel de 35 metros (antes 30 m) |
Datos de interés
Cotación: v4 a2 III
Acceso desde: Piana (Córcega, Francia)
Aproximación: Saldremos de Piana hacia el sur en dirección a Cargèse (carretera D81), y al cabo de unos seis kilómetros y medio veremos a la izquierda una explanada, con carteles indicando "Coutellerie" y "Coutelier forgeron". Tras la verja metálica está el taller de un artesano local. Aquí dejaremos el primer coche, y con el segundo continuaremos por carretera abajo. Tras cruzar el río por el puente di Chiuni, tomaremos el desvío a la izquierda que conduce a Revinda, y al llegar a este pequeño pueblo aparcaremos el coche procurando no molestar. Ya a pie, por la izquierda de la iglesia sale la pista de aproximación, cerrada con una verja metálica. No hay problema en cruzarla, aunque siempre es mejor preguntar si vemos a alguien por allí (a nosotros nos acompañó el dueño de las tierras, muy amable, buena parte del acceso). Esa pista finaliza en una zona de bosque cerrado, pero cien metros antes de ello sale un sendero, algo cerrado pero visible, que baja serpenteando al cauce. 45 minutos.
Descenso: 4 h
Retorno: Al llegar a la confluencia con el río Umbertacciu, remontaremos éste apenas cincuenta metros, hasta una poza, y veremos a la izquierda un sendero que asciende, señalizado con hitos de piedra. Nos conducirá hasta una pista que sale a la carretera, a pocos metros de la explanada donde hemos dejado el primer coche. 30 minutos.
Combinación de coches: Obligatoria. Si solo disponemos de uno, en Piana podemos contratar un taxi que nos suba hasta Revinda. Cuesta unos 50 euros, pero si no hay más remedio... preguntad en la oficina de turismo.
Combinación de coches: Obligatoria. Si solo disponemos de uno, en Piana podemos contratar un taxi que nos suba hasta Revinda. Cuesta unos 50 euros, pero si no hay más remedio... preguntad en la oficina de turismo.
Material: Cuerdas, 2 x 70 metros para la cascada de 65 metros, aunque ésta se puede fraccionar en 45 + 25 aproximadamente.
Observaciones: Hay otros retornos posibles. La opción clásica, pero poco recomendable, es descender el Umbertacciu hasta llegar al puente de Chiuni (2 horas), donde habríamos dejado un primer coche. Por otro lado, hay otras pistas o senderos que ascienden a la carretera desde el Umbertacciu, pero son privadas y su uso está prohibido. Utilizad el retorno descrito más arriba sin dudarlo, es el mejor y más comodo.
Fotos: David Sánchez, Bernat Castells, Xavier
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