martes, 31 de mayo de 2011

BARRANC DE L'EMPRIU



¿Cuántas veces, yendo por la carretera, hemos visto alguna cascada y nos hemos planteado si podría llegar a ser un descenso viable? Tan a la vista, o está abierto o no tiene interés, nos habremos dicho. ¿Y cuántas veces hemos vuelto para comprobarlo? Un día de septiembre de 2010, mi amigo y compañero de club Didier fue a comprobar una de esas cascadas, y cuando volvió a casa había abierto un barranco con nueve rápeles de entre 10 y 40 metros. A principios de este mes, le acompañé en una de las primeras repeticiones del descenso para reseñarlo completamente y darlo a conocer. Se trata de un descenso abierto y rodeado de bosque en general, aunque tiene sus puntos interesantes, como la cascada de 40 metros o el encadenamiento de rápeles final. Tiene un cierto parecido con el vecino barranco de Durro, con el que puede combinarse perfectamente en una misma jornada, aunque con más rápeles y verticalidad; o con el torrente de Rentadors, aunque con mayor continuidad.

El descenso

Iniciaremos el descenso con un tramo de unos trescientos metros de rampas y resaltes en una zona de bosque cerrado. Después de superarlo, un rápel de 25 metros nos conducirá a tres resaltes, el segundo de ellos toboganeable, y a un nuevo rápel de quince metros.




















A continuación encontraremos el rápel de 40 metros, en el que un pasamanos -parabolts sin cuerda fija- facilita el acceso a la reunión. Dos resaltes lo separan de dos rápeles encadenados, de 10 y 12 metros.




















Un pequeño tramo de marcha, de apenas 100 metros, nos llevará a través de rampas y toboganes hasta una captación de agua, perteneciente a una casa rural cercana a la salida del barranco. Respetándola y evitando su pequeña poza nos ahorraremos posibles conflictos futuros. Tras ella, habremos llegado al tramo final del barranco: cuatro rápeles muy seguidos de 12, 17, 12 y 12 metros nos llevarán, pasando bajo una canalización de agua, hasta la carretera en la que daremos por finalizado el descenso tras unas dos horas y media de actividad.



































Aproximación
: Saldremos de Pont de Suert y tomaremos la carretera L-500 en dirección a Barruera. Pasado el kilómetro 8, prestaremos atención: a unos 500 metros encontraremos espacio para aparcar el primer coche a la derecha. Con el segundo seguiremos adelante, pasaremos el final del descenso y tomaremos el desvío que lleva a Cardet. La carretera asciende en dirección a este pequeño pueblo, y justo tras cruzar por segunda vez un riachuelo, con Cardet a escasos doscientos metros, aparcaremos nuestro segundo coche a la izquierda. En caso de disponer de un sólo vehículo, éste será el lugar para dejarlo. A pie, volveremos al otro lado del río y tomaremos un sendero que tuerce a la izquierda, por encima de la carretera. En seguida lo abandonaremos para tomar otro que sale por la derecha; continuaremos por éste, en claro ascenso, y bastante más adelante ignoraremos un desvío a la izquierda para seguir por el principal. El sendero acaba llaneando para luego dirigirse hacia el cauce de nuestro descenso (45 minutos de marcha).

Retorno
: Al final del descenso encontraremos la carretera. Sólo tendremos que seguirla hacia la derecha para llegar en cinco minutos al primer coche. Si no hemos hecho combinación de vehículos, seguiremos la carretera hacia la izquierda, y un kilómetro más adelante tomaremos el sendero GR que lleva a Cardet, y que nos dejará en el párking de acceso.

domingo, 22 de mayo de 2011

WADI KARAK, EL VÍDEO


Algo más de un mes después de volver de Jordania, empiezo a procesar las casi cuatro mil fotos que hicimos entre los cuatro, y los muchos minutos de vídeo que hemos traído....






He decidido empezar por el Wadi Karak. Es el que más me gustó, supongo que por ser el más completo y por la incertidumbre de no saber lo que nos íbamos a encontrar. Ahí queda un buen videoresumen.



viernes, 20 de mayo de 2011

BARRANCO DE GALLINÉS INFERIOR


Después las lluvias del sábado, el pasado domingo amaneció soleado, de manera que decidimos intentar combinar los barrancos "serios" que formaban parte del plan inicial: Gallinés Inferior, un descenso breve a priori, y tras él la Foz de la Canal. Al final, sólo tendríamos tiempo de hacer el primero.


Como íbamos en dos coches, creímos que lo más rápido sería hacer la combinación de vehículos que explica el Huesca. Cañones y barrancos. Tomo 2 - Pirineo de Fernando Biarge y Enrique Salamero. Para ello, y saliendo de Aínsa en dirección Bielsa por la A-138, tras unos kilómetros hay que coger el desvío a Salinas y Plan (Ctra. A-2609). A los seis kilómetros y medio, y justo antes de entrar en un túnel, aparcaremos el primer coche en una explanada a la izquierda; desde aquí se ve la gran vertical final, sobre la boca del túnel. Con el segundo coche volveremos atrás, tomaremos el desvío a Saravillo, y tras cruzar el pueblo, seguiremos ascendiendo y tomaremos la pista que lleva a la Vasa de la Mora o ibón de Plan, hasta el punto en el que cruza el cauce en una gran glera.

La combinación de coches nos ahorra una hora de subida a pie, pero por contra, supone empezar el descenso más arriba de lo habitual, en una zona de destrepes y rampas rodeadas de bosque y sin relevancia. Sea como sea, el descenso tiene un carácter abierto y de escaso interés en su primera parte, y no cobra carácter hasta llegar a su magnífico salto final.


Esa primera parte, como decimos, consiste en destrepes y rápeles rodeados de bosque, en una zona bastante abierta.









































Al llegar al final, la cosa cambia: el barranco se encaja brevemente, se inclina y se precipita vertiginosamente hacia el vacío en una cascada de ciento cuarenta metros de desnivel. Su descenso se fracciona en tres rápeles, de 40, 35 y 60 metros. El primero tiene una rampa inicial que no permite apreciar la caída que nos espera hasta que cambia de inclinación, aunque ésta puede intuirse. Aterrizaremos en una gran repisa desde la que un nuevo rápel nos llevará, pared abajo, hasta otra repisa a la derecha. Aquí encontraremos un pasamanos, por el que podremos abandonar el descenso saliendo al interior del túnel de la carretera por una ventana.



































Sin embargo, y ya que estamos, lo suyo es hacer el último rápel, que nos dejará al pie de la cascada sin ningún tipo de complicaciones.

















Tras todo esto, recogeremos las cuerdas y subiremos por el canchal de la izquierda hasta la carretera y el coche.

¿Alguna nota negativa? Sí: las instalaciones. Aunque en los primeros rápeles son suficientes, en la gran vertical las reuniones del primer y segundo rápel están compuestas por spits viejos y/u oxidados y chapas que se mueven. Triangulamos la primera uniendo las dos chapas a un puente de roca, añadiendo cuerda y maillones nuevos, y confiamos en las cintas y cordinos de la segunda. Si siempre es recomendable llevar algo de material de instalación, aquí más...


miércoles, 18 de mayo de 2011

CONGOSTO DEL RÍO CAJIGAR


Saliendo del Abizanda, otra vez tormenta... ¿Qué hicimos? Pues irnos a comer... y después, echar un vistazo al cielo. Al norte estaba completamente negro, pero al este se veía despejado, así que hicimos unos kilómetros y nos fuimos a conocer otro clásico: el Cajigar.


Nosotros accedimos de la siguiente forma: partiendo de Benabarre en dirección sur por la N-230, a los pocos kilómetros tomamos el desvío a la izquierda hacia Caladrones y Ciscar. Llegados a esta última continuamos por la derecha en dirección a Antenza, y a doscientos metros, justo antes de cruzar un puente sobre el río Cajigar, tomamos una pista a la izquierda que remonta el cauce. Junto a un árbol de grandes dimensiones, y con el final del estrecho del Cajigar ya a la vista, dejamos el coche y continuamos a pie por la pista, hasta llegar a un cruce con una casa a la vista a lo alto y a la derecha. Aquí torcimos a la derecha hasta llegar al cauce del río Seco, que forma parte del acceso o del descenso, según se mire. Este tenía algunas pozas tan malolientes como inevitables, pero cuando empezaba a cundir el desánimo, llegamos al cauce del Cajigar y nos cambió la cara: agua abundante y marrón a causa de las lluvias.


Una vez en el principal, las paredes se cierran y forman un pasillo que no se abrirá hasta el final del descenso. Ante un enorme bloque empotrado, a modo de umbral de entrada, nos equipamos y damos nuestros primeros pasos por un caos de bloques repleto de ramas y troncos, que nos da una idea de la fuerza que puede ejercer aquí el agua en crecida.





















Saldremos de él mediante dos rápeles de 8 y 3 metros, y luego continuaremos por esta estrecha garganta, incluida su zona de oscuros, hasta llegar al final, en un recorrido que nos llevará aproximadamente una hora y media.



































Al abrirse la garganta, saldremos por la derecha a la pista y el coche de forma casi inmediata.

BARRANCO DEL RÍO O ABIZANDA


Este fin de semana pasado nos hemos vuelto a reunir los tres amigos de siempre, David, Manu y yo, para barranquear. Y para rememorar veranos pasados, hemos quedado con Natxo, Bernat y Jordi, con los que no habíamos vuelto a compartir descensos desde aquella semana de agosto en los Alpes Marítimos. La idea era hacer barrancos con patio: volver a la Foz de la Canal y conocer su vecino Gallinés Inferior. Y si se podía complementar con algún otro, pues mejor. Sin embargo, el sábado la lluvia nos hizo cambiar de planes, y en vista de la que estaba cayendo entre Aínsa y Bielsa, huimos hacia el sur y decidimos atacar algo corto: el clásico Abizanda.

Tomando como referencia la población de Aínsa (Huesca), saldremos en dirección Barbastro por la carretera A-138. Pasado el acceso a Abizanda, al poco veremos a la derecha un aparcamiento con mesas y un cartel indicador, justo antes del puente que cruza el barranco. Dejaremos el coche aquí y nos equiparemos, ya que el acceso es inmediato. A pie, cruzaremos la carretera y bajaremos al cauce.

El descenso, sencillo pero bonito, nos llevará a atravesar tres primeros estrechos, breves y de escaso desnivel, separados por zonas abiertas, antes de llegar a un cuarto y definitivo encajamiento en el que se concentra todo su interés y belleza. Haremos un par de rápeles, de 10 y 6 metros, en una zona de oscuros que para nosotros fue una agradable sorpresa.





















































Las paredes se acaban abriendo cerca de la orilla del pantano. Para volver al coche, por la izquierda tomaremos un sendero ascendente que, al llegar a lo alto, ha sido borrado por un cortafuegos de reciente construcción. No hay que desesperar: avanzaremos por él, atentos a su margen izquierdo, ignoraremos un primer hito de piedras, y cuando veamos el segundo, retomaremos el sendero. Llegaremos a unos campos de cultivo, y al otro lado de los mismos, el sendero nos conducirá hasta una pista y la carretera.

miércoles, 11 de mayo de 2011

BARRANCO DE LLAUSET INFERIOR


El sábado nos fuimos de Espeleo-Canyons y la Pobla de Segur bajo la lluvia, pero el domingo se levantó radiante. Lo aprovechamos para acercarnos al barranco de Llauset Inferior junto a Carlos, otro amigo del verano pasado con el que nos reencontramos este fin de semana, y su amigo David.

Se trata de un cañón excavado en esquistos en su primera parte y en granito en su segunda. El río Llauset desciende hacia el Noguera Ribagorzana desde las faldas del Vallibierna, pero el embalse de Llauset y, sobre todo, el azud de Morelló, condicionan el caudal del descenso. Aún así, es fácil evaluarlo acercándose a echar un vistazo al último rápel.

Desde la población de Pont de Suert (Alta Ribagorça), saldremos por la carretera N-230 en dirección a Vielha. Pasaremos Vilaller, y ocho kilómetros más arriba encontraremos el puente que cruza el río Llauset. A la izquierda aparcaremos el primer coche, y con el segundo continuaremos carretera arriba, para desviarnos al pueblo de Aneto. Cruzaremos éste, y seguiremos por la carretera que lleva al embalse de Llauset. En una curva a la derecha, con el cañón ya bajo nosotros, veremos un poste con la indicación "Azud de Morelló". Aparcaremos aquí el segundo vehículo, y unos metros más arriba tomaremos un sendero que nos bajará hasta el cauce a la altura de la citada canalización. Que la captación esté abierta o no supondrá un mayor o menor caudal.













Una vez en el cauce, caminaremos unos doscientos metros por él hasta llegar a las primeras dificultades. A partir de ahí, haremos unos cuantos rápeles de hasta 18 metros. El cauce es inicialmente amplio, y no se estrecha hasta la parte final.
























































Finalizando el descenso, llegaremos a una presa. Entraremos por la boca de salida de la misma, y desde el otro lado haremos el último rápel.













Una vez abajo, subiremos al muro por la esquina de la izquierda y saldremos inmediatamente a la carretera y el aparcamiento inferior.

ESPELEO-CANYONS 2011


El pasado fin de semana tuvo lugar en La Pobla de Segur (Lleida) Espeleo-Canyons 2011, la primera edición de este nuevo encuentro organizado por la Federación Catalana de Espeleología (FCE)... y allí estuvimos David, Judit, Anaïs y yo. El encuentro es nuevo, pero no sus gestores: Mari Nivera y su equipo ya organizaron Gorgs 2010, y estuvieron en la organización de las ediciones de 2008 y 2009. Y esa experiencia se notó. Lástima que no acompañó el tiempo, con lluvias viernes y sábado, aunque ello no fue obstáculo para los cursos, ni para salir a barranquear. Aún así, y como siempre, el encuentro fue una buena oportunidad para reencontrarnos con antiguos amigos y conocidos, así como de conocer gente nueva. No diré nombres, que luego siempre te dejas a alguien... Participaron unas doscientas ochenta personas, lo que parece todo un éxito para una primera edición.

El viernes por la tarde, bajo una lluvia persistente, se iniciaron las proyecciones en el Comú de Particulars del pueblo. Nosotros asistimos a Expedición Trummelbach, de Nacho Fernández, Amancio Catalán y Mario Gastón; un vídeo muy interesante y bien montado sobre esta actividad invernal, la última frontera de nuestro deporte por ahora. Más tarde, la proyección Gocta sobre barrancos en Perú se retrasó, y nosotros nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, por la mañana, tenían lugar los módulos de formación, y nos dividimos. Mientras David y Judit se apuntaban a última hora al del progresión en cañones -el único en el que quedaban plazas libres- y se iban al barranco de Gurp, Anaïs y yo asistimos al de autosocorro en cañones, desarrollado dentro del barranco de Serradell. Del mismo, nos pareció muy positivo el escoger un barranco como escenario, siempre más real que un rocódromo o un puente, y el hecho de que se no se estableciera un standard obligatorio, sino que se adaptaran las técnicas al diferente material de los participantes: ocho, piranha, etc. Allí me reencontré con Natxo, que conocí el año pasado en Alpes Marítimos y al que no veía desde entonces.

Por la tarde nos reunimos de nuevo, y mientras la lluvia seguía cayendo, disfrutamos de las proyecciones Naar Phu Khola, Canyoning at 5215 mts de Juan Luís Haro y Laura Samsó; y Descenso de Cañones Invernales, de Mario Gastón.

Tras esta última, la cena de clausura, la entrega de premios y, por supuesto, el sorteo de material. Ahí lo bordamos y mientras Anaïs se llevaba un vale por 50 € en libros y Judit una chaqueta cortavientos, David y yo nos llevamos unos calcetines; ya lo dicen, desafortunado en el juego... ¡A ver si en Mayencos nos llevamos las Bestard!












El domingo por la mañana se repetían algunas de las proyecciones, pero nosotros optamos por quedarnos en la Alta Ribagorça y descender el Llauset Inferior.

Muchas felicidades a los organizadores del evento, por tirar adelante el proyecto y por su buena organización. ¡Nos vemos en el Espeleo-Canyons 2012!

martes, 10 de mayo de 2011

VIU DE LLEVATA


Unos días después de nuestra vuelta de Jordania, continuamos con la actividad haciendo el descenso más conocido de la Alta Ribagorça, el Viu de Llevata. Este año ha habido menos nieve, y eso se nota en los caudales, más flojos que el año pasado por estas mismas fechas. Pudimos disfrutarlo con un volumen de agua bonito, pero sin peligros destacables.

La aproximación se hace desde el pueblo de Viu de Llevata. Dejaremos el coche en un prado a la entrada del pueblo, y desde allí lo cruzaremos a pie por su única calle. Al final de ésta, y a la izquierda, tomaremos un sendero descendente cerrado con una verja para el ganado. Llegaremos a una loma en la que el camino se bifurca de forma poco clara. Por la derecha, bajaremos al lecho del barranco.

El cauce enseguida se excava y forma varios pasillos, separados por un par de zonas abiertas. En ellas encontraremos varios rápeles de hasta 12 metros, muchos de ellos saltables con buen caudal.








































































En la segunda mitad del descenso encontramos los pasos más característicos: un resalte que parece un tobogán, pero que no lo es, y en el que es fácil hacerse daño si lo intentamos, y el Tarzán, un pequeño rápel con giro y volado.




















Finalmente, tras el último rápel, veremos un bloque a la izquierda con el cartel "SOS 100 mts" en lo alto.




















Por detrás de él tomaremos un sendero que, en fuerte ascenso en un primer momento, nos llevará hasta la carretera. Seguiremos por ella hacia la izquierda, y en breve llegaremos al coche. En plena temporada el aparcamiento es de pago, pero también tiene un bar en el que podemos redondear el descenso con unas cervezas.





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