lunes, 7 de agosto de 2017

RIBEIRA DO VIMIEIRO


Madeira, tercer día en la isla. Después del tute del Seixal integral de la jornada anterior, la idea era descansar de forma activa y guardar fuerzas para, al día siguiente, volver a afrontar una actividad larga. Le tocaba el turno así al Vimieiro, otro descenso muy bien valorado -como casi todos aquí- pero que prometía estar liquidado en un máximo de cuatro horas. Eso sí, para ello había que superar previamente los mil cuatrocientos escalones del sendero de aproximación..


la poza del primer rápel

bajando la primera vertical, de 50 metros totales
El descenso es tremendamente vertical, con más de trescientos metros de desnivel en apenas quinientos metros de longitud. Tiene un par de rápeles introductorios de poca altura, y a continuación se pasa a encadenar una vertical tras otra: de 50, 60, 33 y 55 metros. Todas ellas tienen sus correspondientes fraccionamientos, no siempre fáciles de localizar. Nosotros nos saltamos alguno sin mayor problema, aunque de todas maneras en esta isla hay que prestar especial atención a los roces.
Así pues, antes de darnos cuenta ya estamos una vez más asegurados en una reunión aérea, con el vacío a nuestra espalda y muchos metros de rápel por delante. La primera vertical (foto derecha) es una pared practicamente lisa que no plantea ningún problema, con un fraccionamiento situado en la línea de cuerda del primer rápel.

Cosa distinta es la segunda vertical, la más larga del barranco con sus sesenta metros. Esta tiene dos fraccionamientos, el primero a la izquierda y el segundo, más difícil de localizar, a la derecha. No lo llegamos a ver, aunque la verdad, tampoco lo buscamos mucho: ya nos habían comentado que no era necesario usarlo, por lo que nos lo saltamos y disfrutamos de un rápel de aproximadamente cincuenta metros hasta el suelo sin ningún contratiempo.



asomándonos al vacío de la segunda vertical
la cascada de 60 m, desde abajo

Aquí hay pocos tiempos muertos. Superada la segunda cascada llegamos enseguida a la tercera, esta vez de sólo treinta y tres metros. Un nuevo fraccionamiento nos permite bajar por el activo, recibiendo una agradable ducha. Tras ella, un pequeño rápel y ahora sí, habrá que superar un breve tramo de resaltes y marcha por el cauce antes de alcanzar la siguiente vertical.

bajando la tercera vertical
resaltes previos a la cuarta gran cascada

La cuarta vertical es más bien una sucesión de tres cascadas con sus pozas intermedias: las dos primeras pueden bajarse del tirón, y la tercera, la más alta, es uno de los pasos más bonitos del descenso. Es increíble como la selva y el musgo cubren hasta el último centímetro que el agua les deja libres.

Frank, en el fraccionamiento de 34 m
R34m, visto desde abajo

Tras este encadenamiento de verticales, el barranco pierde inclinación. Tres rápeles cortos y varios destrepes, y antes de darnos cuenta ya estamos en la confluencia con la ribeira do Seixal. Otra joya de Madeira a la saca.


Datos de interés

Fecha del descenso: 8 de junio de 2017

Dificultad: v4 a2 II

Acceso desde: Seixal (Madeira, Portugal)

Combinación de coches: No

Aproximación: Desde Seixal, tomaremos la carretera VE2 en dirección a São Vicente, pero al poco de salir de la población, superado el punto kilométrico 6, giraremos a la derecha y tomaremos la carretera que sube a Chão da Ribeira. Cruzaremos un puente, el asfalto se convierte en tierra y llegaremos a una piscifactoría, con un buen aparcamiento. Dejaremos aquí nuestro vehículo, cargaremos con nuestras mochilas y tomaremos el sendero que parte de allí y remonta la ribeira do Seixal por su izquierda orográfica. Cruzaremos unos prados, entraremos en el bosque y pasaremos una levada. De nuevo en el bosque, el camino baja hasta el río. Lo cruzaremos, y al otro lado y poco más arriba tomaremos la senda Lombo Barbinhas. Ascenderemos fuertemente y sin descanso, subiendo sus mil cuatrocientos escalones, y al llegar arriba encontraremos una nueva levada. Nos cambiaremos aquí, seguiremos la acequia hacia la izquierda y pronto llegaremos a nuestro barranco, el primer cauce con el que toparemos. Tiempo aproximado, 1 hora.

Descenso: De 3 h 30 min a 4 h.

Retorno: El descenso finaliza en la ribeira do Seixal. Sólo tenemos que continuar por el cauce hasta llegar al camino que seguimos durante la aproximación, y volver por él al aparcamiento de la piscifactoría. Tiempo, unos 30 minutos.

Rápel más largo: 60 metros (fraccionamiento, 38 metros)

Material: cuerdas 2 x 60 m, neopreno completo según gustos.

Observaciones: Como casi todos los barrancos de la isla, el Vimieiro necesita de autorización para su descenso.

Lo mejor: descenso deportivo, continuado, vertical y estético.

Lo peor: aproximación dura.

Valoración personal (de 0 a 4): 3,2

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