Sin darnos cuenta empezaba nuestra quinta jornada en Madeira. Después de dos días de actividad más o menos tranquila nos fijábamos para entonces, penúltimo día del viaje, la combinación de dos descensos: Passo inferior y Pedra Branca.
Debo reconocer que después de cuatro días en la isla, con cinco barrancos bajados, yo ya veía todos los descensos iguales. ¿No son bonitos? Y tanto que sí: son preciosos. Pero todos más o menos comparten las mismas características: todos son profundos sin llegar a estar pulidos, todos son muy verticales, todos tienen una o dos cascadas que rondan los cincuenta o sesenta metros y todos están cubiertos de frondosa vegetación.
El Passo inferior, pues, no es una excepción a esa lista de características comunes en Madeira. Y las fotos lo atestiguan.
primeros rápeles del descenso |
el agua cae por todas partes |
un paso curioso: montando un largo pasamanos de acceso a una reunión sobre un bloque |
el rápel del pasamanos |
rápel de acceso a la vertical de turno |
El eje central del descenso lo forma la correspondiente vertical. Todos los barrancos de Madeira la tienen: parece que si los aperturistas no encuentran un rápel de al menos cuarenta metros, ni se molestan en hacer público el descenso... En el barranco que nos ocupa, la gran cascada tiene unos cincuenta y cinco metros de alto, y por supuesto, está fraccionada en dos. La reunión del segundo fraccionamiento está poco más abajo que la del primero, y muy desplazada a la derecha: ojo pues, porque la posibilidad de bajar demasiado y pasársela es real. ¡No bajéis recto! Una vez alcanzada, las vistas son magníficas.
la vertical de 55 metros, vista desde el fraccionamiento |
la foto del día: la vertical y el rápel siguiente |
uno de los últimos rápeles, ya en terreno abierto |
En su parte final, tras los pasos recogidos en las fotos de arriba, el recorrido por el cauce pierde interés y forma varios rápeles cortos perfectamente evitables. Solo queda avanzar hasta llegar a la pequeña acequia que indica que la aventura ha llegado a su fin, salir a buscar nuestro coche y completar la jornada con otro descenso vecino. Eso, o ir a la playa y darse un baño, opción nada descartable según la época del año en que estemos. Nosotros, como no, hicimos lo primero.
Datos de interés
Fecha del descenso: 10 de junio de 2017
Dificultad: v4 a2 II
Acceso desde: São Vicente (Madeira, Portugal)
Combinación de coches: Sí
Aproximación: Desde la población de São Vicente, tomaremos la carretera que parte
hacia Ginjas. La seguiremos y ascenderemos por ella hasta encontrar, en
una fuerte curva a la izquierda, el nacimiento de una pista de tierra y
un cartel con la indicación "Levada do Rodrigues 200 m". Dejaremos el coche aquí, ascenderemos a pie por la pista y en unos minutos alcanzaremos la levada mencionada. La seguiremos hacia la derecha de la pista, y cruzaremos tres túneles: junto al inicio del cuarto veremos la reunión que da acceso al fondo de nuestro barranco. Tiempo aproximado, 30 minutos.
Descenso: Unas 3 horas.
Retorno: Finalizado el descenso, prestaremos atención a la orilla derecha, en la que encontraremos el inicio de la levada del Lanço. Esta acequia, más pequeña que las que ya habremos visto en otros descensos, nos llevará en unos veinte minutos a la carretera de la Terça, donde habremos dejado anteriormente un segundo vehículo. De parking a parking hay apenas dos kilómetros y medio.
Rápel más largo: 55 metros (fraccionamiento de 50 m)
Material: Cuerdas 2 x 60m, neopreno completo según temperatura y criterio.
Observaciones: Necesario frontal para los túneles de las levadas. El descenso requiere solicitar autorización.
Lo mejor: Descenso de gran valor estético, como es habitual
Lo peor: Después de varios descensos en la isla, el que escribe ya los ve todos iguales
Valoración personal (de 0 a 4): 2,9
Fotos: Edu Lorente, Xavi Guerrero
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