En los Alpes, las condiciones meteorológicas en pleno verano no tienen por qué ser estables. Hoy los caudales son perfectos, pero mañana cae un tormentón y pasado el descenso que esperabas va imposible. Dejar para mañana lo que podrías hacer hoy puede salirte, por tanto, bastante caro... Por ello, hace tiempo que aprendimos a aplicarnos en nuestros viajes otro refrán igualmente conocido: más vale pájaro en mano que ciento volando. Trasladado al barranquismo, vendría a ser algo así como "más vale barranco a la saca, que irlo dejando".
Así pues, y en cumplimiento del principio antes mencionado, durante nuestro último viaje a Dolomitas decidimos hacer los descensos escogidos por estricto orden, empezando -tras la toma de contacto del Ciorosolin- por el mejor de ellos: la gole di Soffia.
Las guías, las webs, la gente que ya ha estado... todos consideran el Soffia como uno de los barrancos más bonitos de Europa. Oír hablar tanto y tan bien de algo acostumbra a crear unas expectativas que luego fácilmente se verán incumplidas. Suele pasar. No obstante, he de decir que el barranco no nos decepcionó en absoluto. Realmente es un barranco precioso, muy bien excavado, acuático y con juegos de luces en sus zonas oscuras que lo hacen muy, muy estético. La primera mitad del descenso es más intensa y continuada; la segunda pierde carácter, pero no por ello dejamos de estar ante uno de los imprescindibles.
rapel de 26 metros en la primera mitad |
Las guías, las webs, la gente que ya ha estado... todos consideran el Soffia como uno de los barrancos más bonitos de Europa. Oír hablar tanto y tan bien de algo acostumbra a crear unas expectativas que luego fácilmente se verán incumplidas. Suele pasar. No obstante, he de decir que el barranco no nos decepcionó en absoluto. Realmente es un barranco precioso, muy bien excavado, acuático y con juegos de luces en sus zonas oscuras que lo hacen muy, muy estético. La primera mitad del descenso es más intensa y continuada; la segunda pierde carácter, pero no por ello dejamos de estar ante uno de los imprescindibles.
descendiendo al abismo: rápel de 24 metros con el que se accede a los oscuros |
la sala de los oscuros, y el pasillo de salida a la luz |
Los oscuros son una de las zonas más impresionantes del descenso, y justo a su salida se llega a la confluencia de nuestro barranco con el Pisson, su afluente. Este punto del cañón presenta un ambiente magnífico, soberbio.
El descenso de ambos en una misma jornada no sólo es posible, sino que es recomendable. Por desgracia, las instalaciones del Pisson están dañadas actualmente (verano de 2015) y es necesario llevar taladro para bajarlo, por lo que descartamos hacer la combinación.
bajando al encuentro del Pisson |
altísimas paredes rodean la confluencia con el Pisson |
la segunda parte, más abierta y luminosa, permite varios saltos muy disfrutones |
Datos de interés
pasillo, ya en la segunda mitad |
Cotación: v5 a4 V
Acceso desde: Mas (Veneto, Italia)
Combinación de coches: no
Aproximación: Desde la población de Mas, giraremos a la izquierda hacia Sospirolo y el lago de Mis. Bordearemos el embalse y luego giraremos a la derecha, hasta llegar a un pequeño aparcamiento, justo antes del bar alla Soffia. Aparcaremos aquí -mejor que en el mismo bar- y a pie tomaremos una pista asfaltada cerrada al tráfico en fuerte subida. Pasado un edificio de viviendas, en un apartadero a la derecha veremos el inicio de dos caminos. Tomaremos el de la derecha y llegaremos al inicio del descenso. Una hora aproximadamente.
Descenso: 4 horas 10 minutos, haciendo cola en varias cabeceras.
Retorno: Evidente. Una vez finaliza el descenso, saldremos por la derecha y tomaremos un sendero turístico -posiblemente repleto de turistas- que nos llevará al bar y al aparcamiento en cinco minutos.
Rápel más alto: 38 metros
Material: cuerdas 2 x 40m, neopreno completo.
Lo mejor: muy completo y estético, lo tiene todo
Lo peor: está prohibido (al menos, en teoría)
Puntuación personal (de 0 a 4): 3,6
Fotos: David Sánchez, Xavier
No hay comentarios:
Publicar un comentario