Si con la Sierra de Guara, como ya he explicado alguna vez, mantengo una relación basada fundamentalmente en el odio, con los Pirineos Atlánticos franceses me sucede exactamente lo contrario. Es cierto que sus barrancos resbalan mucho, y que en ellos abundan los troncos y árboles caídos que dificultan la progresión y que te la pueden jugar en cualquier poza, sí... pero a mí, personalmente, me encanta su carácter salvaje y su exuberancia.
el Canceigt guarda rincones de gran belleza |
Del segundo hablaremos
otro día. Del Canceigt, lo había bajado hacía muchos años y guardaba un buen
recuerdo, por lo que no me importaba repetirlo. Hoy, después de haberlo bajado
por segunda vez, mi recuerdo se mantiene, aunque matizado.
Estamos ante un barranco
técnicamente sencillo, asequible y rápido de bajar (unas dos horas). El
estrecho inicial es bonito, y su gorga final forma salas muy bellas, con juegos
de luces y una cascada en semipenumbra con mucho ambiente pese a sus escasos
trece metros. Sin embargo, entre ambas zonas se interpone un tramo de cauce
abierto sin interés, por fortuna lo suficientemente breve.
primeros resaltes del descenso |
entrada a la magnífica gorga final |
Una curiosidad: de mi anterior descenso, en 2004, guardaba el recuerdo de un rápel en el que el agua seguía el dibujo de las vetas en la roca. Ese rápel hoy es imposible: un tronco enorme, cruzado a lo largo de la cascada, impide la maniobra desde la reunión original, situada en la pared izquierda. En su lugar, no queda otra que rapelar desde el final de un pasamanos situado en el lado opuesto.
El penúltimo rápel a día de hoy, por fuera del activo... |
...y en 2004, cuando se bajaba más cerca del agua. |
El último rápel (13m) por el agua, aunque... |
...una reunión alternativa permite hacerlo por fuera. |
El barranco merece realmente la pena por su estética, tan característica
de la zona; la lástima es que no sea el doble de largo. Como eso es algo
imposible, es necesario combinarlo con alguno de sus vecinos para rellenar la
jornada. Y esa era la función que nosotros le otorgamos al arrec du Gourzy.
el corazón de la gorga final |
Fecha del descenso: 27 de mayo de 2017
Dificultad: v3 a3 II
Acceso desde: Laruns (Pirineos Atlánticos, Francia)
Combinación de coches: Sí
Aproximación: Saldremos de Laruns, en dirección norte, por la carretera principal (D934). A unos pocos cientos de metros, pasado un pequeño supermercado, tomaremos un desvío a la derecha en dirección a Béost, cruzaremos la gave d'Ossau y giraremos a la izquierda para llegar a un aparcamiento junto a la orilla del río. En él veremos un cartel con la normativa del descenso y un croquis de la situación general. Dejaremos aquí nuestro primer coche, y con el segundo volveremos atrás para continuar subiendo hacia Beóst. Prestaremos atención y en breve, ya en el pueblo, nos desviaremos a la izquierda siguiendo las indicaciones a Hameau de Bages. Por esta nueva carretera trazaremos varias curvas, superaremos el núcleo de Bages y, tras una curva a la derecha, veremos a la izquierda un aparcamiento en el que dejaremos nuestro segundo coche. En él hay otro cartel indicativo. Ya con lo necesario a cuestas, ignoraremos un sendero muy empinado que desciende desde el mismo aparcamiento y buscaremos otro, más marcado y cómodo, unos metros más arriba. Por él, descenderemos al cauce en pocos minutos. Nos cambiaremos y sólo tendremos que avanzar río abajo hasta llegar a las primeras dificultades. Tiempo aproximado, 10 o 15 minutos.
Rápel más largo: 13 metros
Material: cuerdas 1 x 30m, neopreno completo.
Observaciones: El descenso tiene una regulación específica, que obliga a utilizar los aparcamientos descritos más arriba y a respetar un horario (de 09:30 h a 17:30 h según los carteles) para compatibilizar barranquismo y pesca.
Lo mejor: descenso de gran valor estético, sobre todo en la gorga final.
Lo peor: el nada interesante tramo de caminata por el río entre el primer estrecho y la gorga final.
Valoración personal (de 0 a 4): 2,5
Fotos: Sergi López, Xavi Guerrero
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