jueves, 1 de mayo de 2014

RUISSEAU DE VACCA


Córcega, 14 de abril. Nuestro primer día en la isla habíamos revisitado el barranco de Purcaraccia, con la idea de que sirviera de toma de contacto y la esperanza -inútil- de mejorar la opinión que nos habíamos formado de él el año pasado. Tras ese primer contacto, el segundo día decidimos no dejar escapar otro de los grances clásicos, el ruisseau de Vacca. En esta ocasión sí encontramos lo que ha dado fama a los barrancos corsos: carácter acuático, pozas de un vivo verde esmeralda y diversión. Lo primero se lo da el hecho de ser el colector de la zona de Bavella, y lo último, los múltiples saltos que hay en su, todo hay que decirlo, breve recorrido.

Por lo demás, el descenso empieza con un caos de bloques que enseguida da paso a los dos primeros saltos. El segundo de ellos es uno de los más fotografiados de la isla:


un sencillo salto en uno de los rincones más bonitos y característicos del barranco

Tras este bonito rincón, el cañón se estrecha y forma pasos que pueden complicarse en caso de caudal elevado.

Natxo superando un resalte de seis metros



Después de un pequeño salto de apenas tres metros, se llega al único rápel real del descenso, de unos diez metros. La poza cubre y seguramente también puede saltarse con algo de cuidado, aunque la espuma no nos permitió evaluar. Mejor comprobarlo.

el pequeño salto de 3 m
Guiputxi, en el único rápel



En la gran badina del rápel, el río gira noventa grados a la izquierda y continúa con un salto de cinco metros y otra badina, larga y profunda, en la que tendremos que nadar.

el salto de cinco metros, desde detrás...
...y desde delante

Ya estamos muy cerca del final. Superada la badina, veremos que el agua se cuela entre los bloques antes de formar un nuevo salto de un par de metros. Ojo aquí, porque entre esas rocas hay un sifón en forma de embudo que, con el caudal que nosotros encontramos, no era practicable.

Última badina del descenso. Sobre los bloques del fondo está el sifón

Un último saltito, una larga badina... y no hay más. Un descenso muy corto, aunque bonito y entretenido.


Datos de interés

Cotación: v2 a4 II

Acceso desde: Solenzara (Córcega)

Aproximación: Desde Solenzara, tomaremos la carretera N-198 en dirección al Col de Bavella y Zonza. Después de un rato de subida y de curvas, llegaremos al collado de Larone, con una explanada de tierra a la derecha y un depósito de aguas de color verde. Desde aquí, continuaremos por la carretera, ahora en bajada, durante 1'7 km, y en una curva pronunciada aparcaremos el coche. En esa misma curva tomaremos un sendero que primero asciende ligeramente y luego llanea, hasta llegar a una bifurcación en T. Continuaremos por la derecha, por un sendero sin otros desvíos que nos llevará hasta el cauce. 45 min.

Descenso: Las reseñas marcan dos horas, pero a nosotros nos llevó apenas una.

Retorno: Después del último salto y su badina de recepción, sortearemos otra badina y, junto a un gran bloque a la izquierda, encontraremos el sendero de salida. Indicado con hitos, este camino enseguida asciende de forma vertiginosa, con tramos en los que habrá que trepar. El sendero es estrecho y está rodeado de espesa vegetación, pero es claro y está bien trazado. Ignoraremos algunos desvíos poco pisados, y ya en terreno llano llegaremos a la bifurcación del acceso. Seguiremos hacia la derecha, y deshaciendo el principio del camino de aproximación volveremos al coche. 50 min.

Material: Cuerdas 2x15 m




Fotos: Guiputxi, Bernat Castells, Xavier

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