Love will tear us apart. Suena el bajo y el malogrado Ian Curtis empieza a entonar las primeras frases de su himno al desamor mientras entro en mi pueblo por la puerta de atrás. Hace frío, las calles están desiertas y mi estómago me transmite esa sensación de vacío propia de la vuelta a la rutina después de haber hecho algo que te llena, que te hace sentir vivo. He conducido más de la mitad del viaje bajo la lluvia, y eso no hace más que aumentar mi sensación de pérdida. Dejo atrás tres días de experiencias y sensaciones en los Alpes franceses, a donde he viajado con dos amigos, David y Carrasco, para descender algunos de los cañones más reputados y terribles de Europa. Esto engancha. Me gustaría seguir allí, pero no puede ser.
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El imponente glaciar de la Meije |
Si
el año pasado viajamos a L'Argentière para descender
Freissinières,
Chichin,
Oules de Diable y
Pra Reboul, este decidimos visitar le Bourg d'Oisans para seguir nuestra búsqueda de caudales cada vez mayores. En una época en la que la mayoría de la gente ya ha guardado el neopreno en el armario y se dedica a otros menesteres, nosotros nos dejamos fascinar por los glaciares alpinos y nos sumergimos en las gélidas aguas que descienden directamente desde ellos a pesar de las bajas temperaturas, o precisamente gracias a ellas. El resumen de nuestro nuevo viaje express a los Écrins es este:
Jueves, 17 de octubre. Llegamos a la zona a media mañana y, siguiendo el plan previsto, empezamos por el
Canyon du Diable (v5a5IV), a priori el más fácil de los escogidos para la ocasión. Tan frío como bonito, presentaba unas condiciones de caudal bastante asequibles que no dieron ningún problema y nos sirvieron de toma de contacto. De vuelta visitamos el final de las cascadas de
Lânchatra (v5a5III), mucho más técnicas y que no nos parecieron viables, aunque no las conocemos.
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Emoción en el Diable |
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Cascadas finales del Lânchatra: ¿viables? |
Viernes, 18 de octubre. A primerísima hora nos plantamos en la salida del cañón de la
Meije (MD+, v5a5V). Viendo la última cascada, la información de la que disponíamos indicaba que el caudal era "normal", por lo que caminamos los veinte minutos que nos separaban del inicio del descenso y nos anotamos uno de los barrancos más
hardcore, en palabras de David, que hemos hecho hasta la fecha. De su vecino, el
canyon du Ga (v6a5IV), nos limitamos a admirar su gran cascada final, ya que no entraba en nuestros planes.
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Contentos en el final de la Meije |
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Vertical final, de 130 metros, del canyon du Ga |
Sábado, 19 de octubre. En vista de los caudales de la zona, estábamos decididos a seguir con la lista de barrancos extremos bajando el
vallon des Étages (MD+, v5a5III). Éste lo hacíamos a vista, así que asumíamos un compromiso mayor. Bajamos la primera mitad sin novedad hasta que saliendo de una poza, de forma incomprensible, David se dislocó un hombro. Tres rápeles más abajo, escapamos antes de que el tema fuera a mayores e invertimos el resto de la tarde entre el hospital y el McDonald's de Grenoble.
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Granito blanco y magnífico ambiente |
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Un último rápel antes de abandonar |
Domingo, 20 de octubre. Con uno de los tres miembros del equipo fuera de juego, ya habíamos descartado bajar cualquier otra cosa, pero es que además amaneció lloviendo. Después de hacer un café y un croissant, como mandan los cánones, nos montamos en el coche y condujimos bajo un fuerte aguacero hacia casa, dando por finalizado un viaje que, sin duda alguna, tendrá continuidad en futuras ediciones.
1 comentario:
Me encantaron sus viajes, pero alguna vez han intentado escalar o practicar senderismo en volcanes?? creo que es una de las cosas más fantásticas que puede hacer cualquier avenurero, les recomiendo mucho que visiten Costa Rica y sus volcanes, no se arrepentirán, saludos.
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