Después de echar una última ojeada por la ventana, salgo al pasillo. El gato se cuela entre mis piernas justo a tiempo, evitando quedarse encerrado en el comedor. Ya en la calle, echo de menos no haber cogido una chaqueta, o al menos, el chaleco polar. Son las nueve de la mañana, esto es Pont de Suert y aquí el verano hace semanas que acabó.
¡Parece que hace años que volvimos de los Alpes! Pero aunque ya estamos preparando nuestra próxima escapada a aquellas montañas, el recuerdo del Lodrino, del famoso tobogán del Bodengo 3 y de algún que otro paso más perdurará un tiempo en nuestras memorias. Éste es el resumen de nuestro viaje a Lombardía y Ticino de este verano:
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