jueves, 11 de abril de 2013

RUISSEAU DE PURCARACCIA


Córcega. Antes de ir, oía el nombre de la isla y me venían a la mente imágenes de playas, de sol, de pozas verde esmeralda. Casi podía sentir el calor. Ya no.

Fue desembarcar del ferry en Bastia, y tomar la carretera que resigue la costa este de la isla para dirigirnos lo más rápido posible hacia Solenzara. Una vez allí, ascendimos en dirección al collado de Bavela, sin quitar un ojo del cielo, y nos dirigimos al primer objetivo del viaje, el Ruisseau de Purcaraccia (v4a3I). Con una meteorología tan mala, la intención era asegurarnos alguno de los descensos mejor valorados de la isla sin jugárnosla demasiado, y éste era perfecto por su carácter abierto, que nos permitiría escapar si la cosa no pintaba bien. Obviamente, gracias al fresco que hacía y la lluvia que caía a ratos disfrutamos del descenso en una fria soledad.

El descenso tiene algún que otro tobogán divertido y cuatro o cinco rápeles, dos de ellos de 40-45 metros. Sin embargo, no tiene mucho más... Aunque nos saltamos el primer rápel reseñado, siendo un grupo de siete personas y yendo sin prisa lo bajamos en apenas 1h 45 minutos o menos. El entorno es muy bonito, pero el descenso es corto, muy abierto y escasamente deportivo. El conjunto, para mí, no se merece la nota de 3.6 que actualmente le dan los usuarios de la web francesa descente-canyon. Me parece sobrevalorado.
 
Éste es uno de los primeros toboganes del descenso:

Haciendo el tonto en uno de los primeros toboganes.

Enseguida llega el primero de los rápeles largos, de 45 metros. El buen caudal que llevaba el descenso añadía en este punto algo de carácter, aunque el cruce de vena que generaba se superaba sin mayores complicaciones.

Rápel de 45 metros, como se ve, con un buen caudal.

La vena rebota y cambia de dirección...
...y hay que cruzarla para llegar abajo.

R45 m, visto desde abajo.

Después de esto hicimos algun rápel corto, algún salto y varios toboganes antes de llegar al siguiente paso vertical.

Con un cielo azul, seguro que es más estético
Saltito previo a la cascada de 40 metros

La cascada de 40 metros puede descenderse del tirón, por la derecha orográfica, o bien fraccionarse en la repisa intermedia. Nosotros escogimos esta última opción, más interesante.

R40: David accediendo al fraccionamiento
Segunda tirada de la cascada, muy limpia

R 40 m, fraccionado en dos























Superada esta cascada, con un último rápel de aproximadamente siete metros pusimos punto final al descenso.

Un último rápel, corto pero peleón
 
Fotos: Bernat Castells, David Sánchez, Xavi Guerrero

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