domingo, 10 de agosto de 2014

VAL MAGGIORE


Nuestro primer día en Dolomitas no estábamos para muchos trotes. Después de una paliza de mil cuatrocientos kilómetros y tras día y medio de autopista, habiendo dormido -unos más, otros menos- en un área de servicio, no estábamos para nada demasiado largo ni demasiado complicado. Si hubiéramos sabido que aquel sería el único día en que veríamos brillar el sol, igual nos lo hubiéramos planteado de forma diferente...

El caso es que, una vez instalados en el Park Camping Nevegal, decidimos aprovechar lo que nos quedaba de tarde bajando el Val Maggiore, un descenso situado muy cerca de nuestro campamento, de escasa dificultad pero estético y bien valorado. Recorrer el barranco entero lleva de cuatro a cinco horas, por lo que decidimos saltarnos la primera parte, la más irregular y discontínua, y centrarnos en la segunda mitad, que concentra el interés.

Esta parte se inicia con el rápel más alto de todo el descenso, de veinticinco metros. Le siguen unos primeros minutos de marcha por el cauce sin más obstáculos que alguna rampa fácilmente superable, pero antes de que nos empecemos a aburrir el descenso empieza a tomar carácter, a estrecharse y a adoptar las formas y colores que lo caracterizan.

el rápel de 25 metros, inicio de la segunda parte
tramo de marcha sin dificultades

Superados esos primeros minutos de marcha, el cauce se encierra y serpentea entre paredes de estratos salpicados de musgo y vegetación, y forma bonitos juegos de luces y colores. Las dificultades son escasas y los rápeles de poca altura, pero el interés estético es destacable.

Natxo, entre los característicos estratos del descenso
uno de los pocos rápeles, de escasa altura

bonito y estrecho pasillo
zona más pulida en roca calcárea roja

Poco antes de llegar al final, la magia se rompe parcialmente. Nuestro barranco, demasiado cerca ya de la civilización, pasa bajo los puentes de la autopista y de la vía del tren, en un escenario que se torna algo oscuro. Además, y como es habitual, parte de los restos de la construcción de esos puentes acabaron en su día en el mismo barranco... A partir de la autopista hay que prestar atención al progresar y, sobre todo, evitar cualquier salto a las pozas por tentador que sea: como podremos comprobar, en ellas hay más de un hierro de encofrado sumergido que puede ser peligroso. A pesar de todo, estas incomodidades se encuentran sólo al final del recorrido y no afectan demasiado al descenso, que mantiene su encajamiento y estética hasta el final.

rápel bajo la autopista, algo lúgubre
el encajamiento se mantiene hasta el final

El Val Maggiore es, en definitiva, un descenso agradable y estético, sin dificultades pero que merece una visita y puede ser un buen complemento a los grandes clásicos de la zona. A realizar entero para llenar un día de cierto descanso, o sólo su segunda mitad en combinación con alguno de sus vecinos.


Datos de interés

Cotación: v3 a3 III

Acceso desde: Belluno (Veneto, Italia)

Aproximación: Desde la salida de Belluno de la autopista A27, continuaremos en dirección sur hacia el lago de Santa Croce por la carretera SS51. En uno o dos kilómetros entraremos en el núcleo de La Secca: al llegar al cruce de Puos d'Alpago buscaremos aparcamiento, ya que el descenso acaba allí mismo de forma poco visible. Con el segundo coche seguiremos recto por la carretera, dirección sur, hasta tomar un desvío a la derecha en dirección a Cornolade por un pequeño túnel que pasa bajo la vía del tren. Avanzando ahora por una estrecha y revirada carretera local, ignoraremos el desvío a Cornolade y seguiremos hasta cruzar un torrente: nuestro barranco. Si queremos bajar sólo la segunda parte, aparcaremos el segundo vehículo y entraremos de forma inmediata. Si pretendemos hacer la integral, seguiremos carretera arriba para entrar en el pueblo de Quentin y buscar su iglesia, cerca de la cual veremos un puente y el inicio del descenso. Tiempo: 10 minutos para la parte superior. Parte inferior, inmediata.

Descenso: De 4 a 5 horas para la integral. Sólo la segunda parte nos llevó a nosotros menos de dos horas.

Retorno: De repente, la garganta se acaba y llegamos al puente de la carretera. Treparemos hasta esta y volveremos al coche de forma más o menos inmediata.

Material: 2 x 30 m, cuerda de socorro

Observaciones: Atención a los hierros y restos de obra a partir del puente de la autopista. Evitar todo salto en esta zona.



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