El Grognardo (v3a4II) es uno de esos descensos normalitos que se benefician de tener al lado otro bueno, pero corto. Así, el hecho de acabar en el mismo sitio que el breve
torrente Argentina anima a combinar ambos descensos, convirtiendo lo que sería una actividad de media mañana en algo más completo. Este barranco, que en solitario apenas lleva una hora descender, no tiene puntos de dificultad ni interés especial, aunque su garganta final es muy estética.
Se inicia bajo un destartalado puente de madera, y tras un resalte equipado de dos metros, se llega en seguida a un rápel de seis. Desde una pequeña repisa, a la derecha y un poco más arriba, puede saltarse sin problemas, ya que cubre sobradamente (al menos, el día de nuestro descenso). Acto seguido, haremos un breve rápel por un canalón...
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Anaïs a punto de saltar |
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Vista del tercer rápel (el primero que hicimos) |
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R3, 6 metros según reseña |
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R3 desde la poza de recepción |
...y más adelante, encontraremos una rampa que puede rapelarse o destreparse. Esto es muy corto y aquí no hay tiempos muertos.
Con un rápel de ocho metros, entraremos en la garganta final, por la que caminaremos hasta que ésta se abre.
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Entrando en la garganta final |
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Final de la garganta, y del descenso |
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Llegando a Loreto durante el retorno |
Ya hemos acabado. Cincuenta metros y un par de destrepes más adelante está el lago Degno, la confluencia de nuestro descenso con el torrente Argentina. Y a nuestra izquierda, en una ladera inclinada por la que treparemos, está el camino que nos devolverá al coche a través de las casas de Loreto, después de haber remontando el torrente Argentina. La descripción del retorno está
aquí.
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