El pasado 14 de julio volvió a reunirse el equipo de algunas de las grandes ocasiones. Frank -que disfrutaba ese día de lo que viene a ser una especie de permiso penitenciario-, Carrasco -al que se le ve poco el pelo y al que todavía se lo veremos menos- y yo, volvimos a ponernos el neopreno juntos. Sólo faltó David, que esta temporada ha dejado momentáneamente los barrancos para dedicarse a fondo -muy a su pesar- a salir de fiesta y jugar a la playstation durante los fines de semana. Y se le echa de menos.
Así pues, los dos primeros se marcaron uno de sus tradicionales sube-baja en el día e hicieron unas horas de coche hasta Benasque, donde me reuní con ellos. ¿El plan? Combinar el barranco de Literola con el cuatro tramo de la Aigüeta de Eriste, comer algo, y después de charlar un rato, cada uno a su casa. Y así se hizo.
La primera parada del día fue el barranco de Literola inferior, que ya conocíamos los tres pero que hacía años que no descendíamos. Es un barranco alpino, ni cerrado, ni pulido: tiene algunos pasos encajados, pero se mantiene bastante abierto en general. El aliciente se encuentra en el caudal, abundante incluso en estiaje. Las pozas son poco profundas, por lo que normalmente los problemas no los encontraremos en las recepciones, sino en las trayectorias de los rápeles, que de todas maneras plantean menos problemas de lo que parece vistos desde arriba. A pesar de todo, no se puede bajar la guardia. Este descenso se ha cobrado al menos una vida: la de su aperturista, el malogrado Alex Batllorí, en 2009.
El barranco empieza sin preámbulos, con la primera cascada a pocos metros del punto de inicio. Iremos montando rápeles uno tras otro, con bastante continuidad y esfuerzo sostenido.
Primer rápel, a través de una cascada ramposa bastante irregular |
R3 aparenta mucho, pero es destrepable |
Segundo rápel, que nos deja en un pasillo |
Cuarto rápel, en seco tras un breve pasamanos |
R5, asegurando hasta la cabecera de R6 |
Sexto rápel, rozando el jaleo tan sólo al final |
R7, sorteando el chorro |
Plegando las cuerdas antes del tramo final |
Encarando ya la recta final, llegaremos al paso más característico del descenso: un rápel de 15 metros, vertical, desde el final de un pasamanos que evita el activo. Un árbol espera en la base, pero no molesta demasiado. Acto seguido, un pequeño rápel nos sacará de esta zona estrecha.
R8, 15 metros |
R9, con mucho ambiente |
Y por fin llegaremos al último rápel, también breve pero con una recepción estrecha y agitada a la que prestar atención.
Décimo y último rápel del descenso, uno de los más agitados |
Después del Literola, y como habíamos previsto, subimos al coche sin quitarnos los petos de neopreno y al rato ya estábamos entrando en un Eriste IV flojo de agua para lo que es habitual en él.
Datos prácticos
Acceso: Desde Benasque, saldremos en dirección norte por la carretera de Los Baños (A-139). Siguiendo siempre recto, llegaremos al puente que cruza el barranco de Literola. Aparcaremos justo después de pasarlo, y junto al puente tomaremos un sendero que remonta el barranco por su orilla izquierda hidrográfica. Al salir del bosque y llegar a unos prados, entraremos al cauce (25 min.)
Descenso: Unas 2 h. Cuerdas 2x30 m.
Retorno: Después del último rápel, pasaremos bajo el puente de la carretera y veremos a la derecha un hito de piedras y un sendero. Por él subiremos hasta el puente (5 min.).
No hay comentarios:
Publicar un comentario