Después del buen sabor de boca del Malvaglia inferior, volvimos a visitar diferentes checkpoints de descensos. Si el nueve de agosto la última cascada del Osogna bajaba marrón (foto izquierda), el día diez ya volvía a presentar el aspecto cristalino habitual -y, curiosamente, mayor caudal-. Descenso adjudicado para el día once, pues.
El Osogna inferior (v4a4II) es uno de los descensos clásicos e imprescindibles de Ticino. De esos que no importa repetir, como era mi caso... En su momento escribí una piada completa sobre el mismo, con la descripción de su acceso y retorno, así que no volveré a hacerlo ahora. Tiene las paredes de granito pulido y las pozas verde esmeralda tan habituales en la zona...
...y el carácter deportivo lo ponen una preciosa cascada de 50 metros y un posterior rápel de 25 metros, encajado y con mucho ambiente.
Poco a añadir respecto a lo que dije en su momento, salvo que esta vez tuvimos la suerte de no encontrar tantos bañistas en la poza final del descenso. En esta ocasión, optamos por saltar la última cascada, en lugar de rapelar.
Anotado quedaba, pues, este clásico como nuestro segundo descenso del viaje.
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