lunes, 4 de julio de 2011

BARRANC DE L'INFERN


Tener la montaña cerca, y poder aprovechar una tarde cualquiera haciendo lo que te gusta, era uno de los grandes motivos que nos llevaron a mudarnos al Pirineo el año pasado. El miércoles lo recordé cuando, después de trabajar, me acerqué con Didier a la Pobla de Segur para bajar el barranc de l'Infern (v3a3III), un descenso clásico y si no el mejor, sí posiblemente el más bonito del Pallars Jussà. Me hacía gracia volver a bajarlo: fue mi primer barranco, hace un montón de años, y no lo pisaba desde 2003. Por suerte, no me supo a poco, como me había pasado al volver a alguno de mis primeros descensos, de los que guardaba un recuerdo exagerado sin duda por la novedad.


Es un descenso relativamente breve. Un primer rápel de unos seis metros y un pasillo conducen a la zona más característica del barranco, una cueva a la que se accede mediante un rápel de veinte metros. El frontal no es imprescindible, pero sí recomendable si se quiere apreciar la cueva en toda su magnitud y/o gatear hasta la pequeña sala en la que se encuentra la surgencia, por un agujero situado a la izquierda de la línea de rápel habitual y que sólo estará en superficie si el caudal es bajo. Aún nos quedará otro pequeño rápel, de unos cuatro metros, antes de salir a la luz.





















A partir de ahí se suceden los pequeños rápeles y los destrepes, y las altas paredes que nos rodean retienen algunos bloques empotrados.





















Tras un último rápel de 12 metros, con una recepción muy estrecha que puede ser interesante -aunque evitable- en caso de caudal elevado, llegaremos mucho antes de lo que nos gustaría a la desembocadura de l'Infern en el río Noguera Pallaresa.
















Aproximación: Saliendo de la Pobla de Segur (Lleida) por la carretera N-260 en dirección Sort, pasado el kilómetro 302 encontraremos un área de descanso justo antes de un túnel. Aparcaremos en ella y continuaremos a pie por el arcén, pero no entraremos al túnel, sino que seguiremos la antigua carretera, que se adentra en el congosto de Collegats. Tras unos minutos, llegaremos a una tirolina de cable que nos ayudará a cruzar el Noguera Pallaresa. Si el caudal no es elevado, podemos saltar al agua desde una repisa, unos metros más allá, y cruzar a nado hasta la otra orilla. Ya al otro lado, seguiremos un sendero que en fuerte ascenso nos llevará hasta una pista. La seguiremos hacia la izquierda y tras unos 45 minutos en total, llegaremos al inicio del descenso.


Retorno: Una vez finalizado el descenso, la opción más segura y recomendable es remontar por la derecha y alcanzar una segunda tirolina, de salida, para cruzar al otro lado. Opcionalmente, si el caudal es lo suficientemente bajo y controlamos la técnica, puede cruzarse a nado. En este caso puede ser útil llevar una cuerda de kayak, aunque de todas formas no hay que olvidar que puede ser peligroso.


Antes de ir debemos tener claro cómo queremos entrar y salir del barranco, porque las tirolinas son largas y es obligado utilizar en ellas una polea de cable. En nuestro caso, optamos por las opciones más adrenalíticas, por decirlo así, y prescindimos de los cables -yo, personalmente, no los he utilizado nunca-, y le añadimos algo de diversión al descenso. Pero siempre con ojo...

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