Hace justo un mes que Anaïs y yo nos trasladamos a vivir al Pirineo de Lleida, y en este tiempo ya hemos visto caer las primeras nevadas. Las montañas y los pueblos se han teñido de blanco, y muchos barrancos, que antes nos quedaban muy lejos y ahora vemos en nuestro diario ir y venir por estas tierras, han empezado ya a congelarse. En nuestro nuevo papel de observadores privilegiados, ahora podemos disfrutar de imágenes de postal de los cañones más cercanos a casa.
En la Ribagorza aragonesa, los primeros rápeles del barranco de Liri presentaban este aspecto el pasado viernes:
Y el final del barranco de Literola, esta pinta:
En el valle de Boí, Alta Ribagorça, ayer el barranco de Durro estaba así:
Esta mañana, sin embargo, después de un aumento de las temperaturas de unos diez grados y varias horas de lluvia, descensos como los barrancos de Salvassa y Bono han visto como disminuía la nieve que los cubría y aumentaba el caudal.
Desde luego, su aspecto así es precioso... Descenderlos en condiciones invernales queda para los más fanáticos, y aunque no descarto meterme en alguno -la idea me ronda hace tiempo, pero cuesta encontrar voluntarios para ello-, por ahora el tema tendrá que esperar. Qué largo se me va a hacer el invierno...
5 comentarios:
Siiiiiiiii...ahora mismo seguro que es gratificante meterte en un Liri o Literola con el fresquito del agua y el hielo pasando por tu lado.Jejejejej.
Eso no quita que no tenga mono...
Vale, entiendo que tú no serás uno de los voluntarios. Te tendré que obligar... ;)
Seguro que ni Liri ni Literola están ya así. Llevo desde el lunes en Benasque y lo único que he hecho es ver llover desde la ventana con unos 8ºC en la calle. Asco!!!
Seguro que no: entre la subida de temperaturas y la lluvia, en Pont de Suert hoy ya había desaparecido practicamente toda la nieve... No te preocupes, que no tardarán en volver a helarse!
Os envidio! Pero felicidades, de todos modos.
Publicar un comentario