Este pasado fin de semana Oscar, David y yo decidimos variar y nos desplazamos hasta Tavascán, en pleno Pirineo de Lleida, para bajar los barrancos de Broate y Romedo, dos descensos poco conocidos pero de los que había oído hablar bien. La idea era completarlos el sábado y aprovechar el domingo bajando algún otro barranco desconocido del alto Pallars, para explorar un poco la zona y sus posibilidades.
Después de dormir donde pudimos viernes por la noche, el sábado por la mañana se nos unió Carlos, nos preparamos y nos dirigimos al Broate. Para la aproximación, debe atravesarse el pueblo de Tavascán y al llegar a su final, junto a una central eléctrica, continar recto por una pista que lleva a Certascán y Pla de Boaví. La pista no tarda en estropearse y debe conducirse con cuidado, pero debemos seguirla hasta llegar a la presa de Montalto. Siguiendo recto, al poco veremos la barrera que corta el paso hacia Boaví. Dejaremos el coche donde podamos y continuaremos a pie por la pista, siguiendo las marcas rojas y blancas del itinerario transfronterizo. Atravesaremos los prados de Boaví, cruzaremos un puente y ascenderemos por entre el bosque. Tras cruzar un segundo puente (torrent de Sallente) encontraremos una bifurcación señalizada, que tomaremos a la izquierda en dirección al refugio de Broate. Este punto es algo perdedor, por lo que debemos tener siempre ubicado el barranco que vamos a descender: el sendero lo bordea en alto por su orilla izquierda hidrográfica. Cuando se aproxima al cauce, ante unas rampas en zona abierta, nos equiparemos y empezaremos el descenso.
Empezamos con una zona de bloques que conforman múltiples resaltes a destrepar, dos de ellos equipados para rápeles de 9 y 8 metros aproximadamente.
Después se llega a la zona más vertical del descenso: tras una rampa-tobogán de 15 metros, hacemos un primer rápel de 20 metros.
Luego viene una rampa de 40 metros. En el cambio de inclinación reinstalaremos para rapelar otros 40 metros, hasta la base de la cascada. Aquí es aconsejable manejar cuerdas más largas para facilitar la recuperación.
Continuamos a través de más bloques y resaltes, ahora ya por un cauce más engorgado. Se une al Broate la Ribera de Sallente, que le aporta más caudal, y seguimos destrepando. Bajaremos también un par de rápeles de 8 metros cada uno.
Más adelante, sortearemos una bonita cascada muy canalizada en su salida mediante dos rápeles de 15 y 12 metros aproximadamente.
Afrontando ya el final del descenso, seguiremos por entre los bloques del cauce, que se abre al bosque. Pasaremos la confluencia con el Romedo, que llega por nuestra derecha, y poco más allá saldremos al sendero por la izquierda. En pocos minutos llegaremos al puente sobre el Broate, y continuaremos por el Pla de Boaví desandando el camino de acceso.
El descenso nos llevó más tiempo del previsto, lo que nos hizo descartar el descenso del Romedo y dar por finalizada la jornada.
3 comentarios:
hola, para la diada queremos ir a hacer el Broate. Tenemos alguna duda sobre el acceso, despues de la señal del cruce, hemos de seguir hacia el refu aprox cuanto tiempo? se ve algun sendero o señal?? la verdad es que se encuentra poca información de este barranco... muchas gracias
Hola Raquel,
Después de la señal del cruce debe seguirse el sendero ya hasta la entrada al barranco. Está poco pisado, pero no tiene ninguna bifurcación, aunque encontrarlo puede ser cuestión de orientarse bien. Sigue la orilla orográfica izquierda del barranco, primero a cierta altura, pero luego se va aproximando al cauce hasta que finalmente baja hasta él, en una zona abierta de rampas de roca en la que empezar el descenso. Si no os perdéis, la aproximación total lleva más o menos 1 h 45 min. Nosotros dimos alguna vuelta...
Buenos descensos!
Muchas gracias, la verdad es que le tenemos ganas al Broate, pinta muy bien...Por lo que entiendo, siguiendo el sendero hacia el refu, ya veremos/intuiremos la entrada, no?
Tambien queremos hacer posiblemente el Romedo, el Estaron, Berros,... no sé, tenemos que acabar de decidirlo
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