Sólo por llevar la contraria, este fin de semana, en lugar de bajar a Alicante a descender el Barranc de l'Infern, como han hecho la mitad de los barranquistas del país, decidimos acercarnos a Broto, en el valle de Ordesa. En la zona pueden encontrarse descensos de diferentes características y niveles de dificultad: Gloces, Furco, Sorrosal, Ordiso, Carpín, Lapazosa, Navarros...
Garganta de Sorrosal
El sábado, después de llegar y dejar las mochilas en el albergue, decidimos descender de nuevo esta bonita garganta excavada en flysch. Se trata de un descenso progresivo, que se inicia con destrepes y toboganes de escasa altura, continúa con un par de rápeles de unos veinte metros y alcanza su punto culminante en un salto final de cien metros, dividido en dos cascadas, que nos deja en las afueras de Broto. Desde esta población se ve perfectamente este tramo final, por lo que evaluar el caudal es sencillo.
El cauce del Sorrosal, algo más abajo del puente de Fragen, recibe los vertidos de granjas cercanas, por lo que el caudal condiciona verdaderamente su descenso, más si cabe que en otros barrancos. Si el caudal es alto, las últimas cascadas pueden ser impracticables, pero si es escaso, el agua puede estar sucia y maloliente, y el descenso puede ser desagradable.
En nuestro caso, el caudal que encontramos era bueno para disfrutar del barranco. Sin embargo, la temperatura exterior era baja (entre diez y doce grados centígrados), y soplaba el viento. Como íbamos a empezar el descenso ya pasado el mediodía, decidimos acceder al cauce por el puente de Fragen y saltarnos el primer tramo, de menor interés. Aún así, bajamos las dos últimas cascadas con el azote de un viento helado, y nos tocó cambiarnos a una temperatura de 10º C.
dos muestras del poder del agua: esculpe y arrastra materiales
Garganta de los Navarros
Al día siguiente, domingo, el frío del día anterior había enfriado los ánimos de la mitad del grupo. No pude engañar a la gente para hacer el Barranco del Cebollar y el Salto del Carpín, unos de los descensos que tengo pendientes, así que optamos por algo más corto y menos expuesto al viento reinante: la Garganta de los Navarros. Es un descenso difícil, muy mitificado, y aunque en los últimos tiempos en el foro de Cañones y Barrancos puede leerse con cierta frecuencia su descenso, no conviene desmitificarlo ni relativizar su dificultad. Aunque en pleno estiaje puede llevar un caudal muy inferior al habitual y perder gran parte de sus complicaciones, no es recomendable afrontarlo sin tener unos mínimos conocimientos de aguas vivas. Además, su cuenca de recepción es grande y acusa sensiblemente las lluvias, por lo que es preciso comprobar su caudal antes de entrar en él. No es difícil hacerlo: desde la carretera y el puente podemos observar varios de sus pasos.
Nosotros realizamos el descenso en condiciones de caudal inferior al habitual en esta garganta. Sin embargo se mantenían, aunque atenuados, los movimientos de agua peligrosos en varios puntos. Por si lo olvidábamos, la cuerda destrozada del pasamanos de acceso al tercer resalte y su salto de seis metros nos recordó hasta qué nivel acostumbra a llegar el agua en crecida, y de qué es capaz...
vistas del cuarto y último resalte a superar
Más información
Existe abundante bibliografía sobre estos descensos. Lo más actualizado es:
- Guía de descenso de cañones y barrancos. Pirineos. Eduardo Gómez y Laura Tejero, Ed. Barrabés, 2002.
- 50 barrancos del Pirineo. Los descensos más bellos. José A. Ortega y Miguel A. Cebrián, Ed. Desnivel, 2006
Además, en Cañones y Barrancos también podemos encontrar información y reseñas de la Garganta de los Navarros:
http://www.barranquismo.net/paginas/barrancos/garganta_de_los_navarros.htm
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