nuestro descenso, desde el merendero del santuario de Gresolet |
El Olla de Mel es una grieta cortada a cuchillo en un queso calcáreo. Muy evidente desde abajo y nada desde arriba, salva un gran desnivel en ocho rápeles muy seguidos, sin espacios intermedios. La morfología de este desconocido, con su encajamiento, sus pasillos de tan sólo un par de metros de ancho e incluso un puente de roca, sorprende agradablemente.
Después de acceder a sus escondidos inicios, un primer rápel de 15 metros nos llevará al interior de la garganta. Acto seguido, otro de seis metros nos dejará en un estrecho pasillo, flanqueado por altas paredes.
Sin pausa, encadenaremos dos rápeles más, de tres y catorce metros, intuyendo ya más abajo el enorme puente de roca que atravesaremos a continuación.
Un pequeño destrepe nos llevará al corazón del puente de roca. Aquí el cauce hace un giro a la izquierda. Montaremos un rápel de trece metros que nos dejará en una sala.
en el interior del puente de roca |
De nuevo, el cauce vuelve a encerrarse en un estrecho pasillo, y al mismo tiempo, empieza a ganar cada vez más verticalidad. Tras una rampa, haremos dos rápeles de veinticinco y veintiséis metros...
ojo con la caída de piedras en el último rápel |
Datos de interés
Aproximación (dos coches): Desde Bagà, debe cogerse la estrecha carretera que lleva al núcleo de Gisclareny. Sin entrar en él, seguiremos por esta carretera hasta su final, y continuaremos por la pista sin asfaltar que la continúa. Después de serpentear y ganar altura, llegaremos a un collado -el Coll de la Bauma- en el que encontraremos una bifurcación. Aquí torceremos a la izquierda en dirección a Saldes, y descenderemos haciendo varias lazadas hasta llegar al Santuario de Gresolet y su merendero. Dejaremos aquí el primer coche, y con el segundo volveremos atrás, hasta el Coll de la Bauma, para desde allí continuar hacia la izquierda, pista arriba. Saldremos a una zona de prados, y tras superar una loma, aproximadamente a dos kilómetros desde el collado de la Bauma, veremos a la izquierda la vaguada que forma nuestro barranco. Aparcaremos donde no moleste y bajaremos hasta el cauce. Llegaremos a una zona muy vestida, que evitaremos por la izquierda, cogiendo algo de altura y llegando ya cerca del borde de los riscos. Divisaremos un embudo a nuestra izquierda: por ahí no es. Al contrario, bajaremos hacia a la derecha, cruzaremos un claro y continuaremos recto, hasta encontrar una pequeña canal por la que entraremos en nuestro bien escondido barranco (aprox. 15 min.).
El acceso en coche puede hacerse también desde Saldes, tomando la pista a Gresolet que sale desde la misma carretera B-400.
Retorno: Tras el último rápel, bajaremos bosque a través, tendiendo poco a poco hacia la derecha, hasta encontrar un sendero que nos llevará hasta la pista, y de ahí al primer coche (aprox. 20 min.).
No hay comentarios:
Publicar un comentario