miércoles, 25 de noviembre de 2009

BARRANCO DE LAS CUEVAS DE LA REINA


El embalse de Vadiello, al oeste de la Sierra de Guara, es el destino final de un pequeño grupo de barrancos que mueren en sus aguas. El más interesante de ellos es posiblemente el barranco de las Cuevas de la Reina, que se precipita desde lo alto de la peña de San Cosme, al este del embalse, y llega a él con una última cascada vertical y parcialmente extraplomada de entre 25 y 40 metros, en función del nivel del pantano. Sus pozas no cubren y sólo corre el agua entre ellas tras lluvias. Tras haber descendido la Canal del Palomo el día anterior, Anaïs y yo optamos por esta interesante propuesta tras algunas dudas, ya que el día se levantó muy nuboso y había llovido.

A la hora de planificar su descenso existen dos posibles accesos y retornos. La opción más corta en horarios es acceder desde Vadiello: supone cruzar el embalse, remontar por la derecha (izquierda hidrográfica) del barranco, y una vez finalizado el descenso, volver a nadar hasta el punto de partida. Nosotros optamos por la segunda opción, accediendo por la pista que lleva a San Cosme y San Damián, y evitando así meternos en el pantano a primera hora de la mañana y realizar el acceso mojados.

Esta opción supone salir de Aguas en dirección a Huesca, y al poco tomar la pista asfaltada que lleva al embalse de Guara. A sus puertas, continuamos por la pista de tierra que sale a la izquierda y la seguimos siempre dirección San Cosme. Llegaremos al desvío que baja a la ermita, y continuaremos por la derecha. Tras una curva pronunciada a la izquierda, veremos un sendero que nace a la derecha, con la indicación "Huevo de San Cosme". Aparcaremos y continuaremos a pie por él, ascendiendo y luego entrando en el bosque. Al llegar a una bifurcación, con un poste indicador a "el Huevo", seguiremos por la izquierda. Por aquí saldremos a lo alto de la peña de San Cosme, y continuaremos por las cornisas de la misma que dan al embalse. Las vistas son espectaculares, y podemos ver los buitres volando por debajo de nosotros, pero algunos pasos son expuestos y no está de más estar acostumbrado a las alturas. Diversos hitos indican el camino a seguir. Finalmente llegaremos al lado oeste de la peña, y a nuestros pies podremos ver los inicios de Cuevas de la Reina (izquierda, más marcado) y Canaleta (derecha). Buscaremos bajar hasta el escogido en esta ocasión para acceder por su orilla izquierda, siguiendo algunos hitos.























Una vez equipados, el descenso empieza con algunos resaltes que conducen al primer rápel, de unos 18 metros. Tras él, algunos resaltes y vegetación acaban dando paso a un encadenamiento de rápeles de diferentes alturas, mientras el barranco va ganando en verticalidad. La altura de los rápeles es de entre 16 y 40 metros, pero algunos de ellos cuentan con reinstalaciones en pozas intermedias.













































































Poco a poco vamos viendo el embalse cada vez más cerca, hasta que finalmente nos asomamos a él desde las repisas de los dos últimos rápeles. ¡Bonitas vistas! Después de ponernos las chaquetas de neopreno y prepararnos para nadar, llegamos a las aguas de Vadiello con un rápel que en esta ocasión no pasaba de 30 metros.
















































Una vez en el embalse, para el retorno escogido nadamos unos 650 metros en dirección norte, bordeando la peña de San Cosme hasta internarnos en la ensenada del Huevo. Tras localizar una pequeña pedrera en la orilla izquierda, debe salirse por ella del agua y remontar hasta localizar un sendero poco marcado y bastante perdedor al principio. La tendencia es ir ganando algo de altura, pero siempre acercándonos al barranco que baja del Huevo, por cuyo interior acabaremos saliendo a la base de éste característico monolito. Desde allí seguiremos el camino señalizado a través del bosque, llegaremos a la bifurcación con la senda del acceso y volveremos al coche. Sierras de Piedra y Agua, de Enrique Salamero, da un tiempo para el retorno de 1h 45 minutos incluyendo el nado por el embalse, pero a nosotros se nos alargó bastante más allá de las dos horas.




















Por cierto... bañarse en el embalse de Vadiello está prohibido, aunque como dice Salamero en su libro, "los barranquistas nos limitamos a cruzarlo por razones de paso". A tener en cuenta.

martes, 24 de noviembre de 2009

CANAL DEL PALOMO


La Canal del Palomo fue abierta en agosto de 1954, cuando el descenso de barrancos aún no existía como tal. Sus aperturistas la equiparon posteriormente con clavijas metálicas para permitir su ascenso, y en 2008 la comarca de la Hoya de Huesca proyectó su equipamiento como vía ferrata comercial, añadiendo a las clavijas una sirga de acero o línea de vida. Esta forma de promocionar las visitas a la Canal del Palomo no deja de ser contradictoria, porque el lugar está dentro del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, y la normativa prohíbe pisar sus pozas, llenas de tritones. Sea como sea, el resultado de todo esto es que hoy puede escogerse entre ascender la canal como vía ferrata o descenderla como barranco.

Para acceder al descenso, partiremos del pueblo de Loporzano y seguiremos la carretera HU-330 en direcció al embalse de Vadiello. Pasaremos el refugio de Peña Guara, y poco antes de llegar al embalse, en una pronunciada curva a la derecha, cruzaremos el río Isarre y veremos una zona de aparcamiento. Dejaremos el coche ahí, y tomaremos el sendero que nace a la derecha del parking. Al poco deberemos desviarnos hacia la izquierda, para dirigirnos hacia unas cornisas. Los pasos se vuelven aéreos, y algunos están equipados con clavijas, cables y pasamanos de cuerda. Finalmente llegamos al circo de inicio del descenso en unos 40 minutos.


































El descenso está muy bien excavado en el conglomerado. Es bonito, y sus pozas están repletas de tritones. Sin embargo, las clavijas y los cables afean un poco el escenario, y en algunas ocasiones dificultan el rápel. En principio cuenta con rápeles de hasta 20 metros, pero al no ser necesario llegar a las pozas, nosotros tuvimos suficiente con una cuerda de 30 en doble.


























































La
canal finaliza en un camino que bordea el río Isarre. Siguiéndolo hacia la izquierda, en apenas cinco minutos se está de vuelta al coche.







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