Madeira, Reunión... no son destinos que me atraigan demasiado. Puede que vaya algún día, pero su interés siempre ha quedado para mí en un segundo plano, oculto tras la llamada poderosa de los descensos de los Alpes, habitualmente mucho más encajados, pulidos y acuáticos. Las blancas catedrales de granito de Ticino y los palacios de nieve y hielo de Ecrins u Oberland siempre me han fascinado, y desde hace unos años, cada verano buscamos un rincón de esa cordillera europea para pasar en ella una o dos semanas explorando sus cicatrices.
El destino escogido este año eran las montañas de
Dolomitas, situadas en los Alpes Orientales y a caballo de las regiones italianas de Trentino-Alto Adige, Véneto y Friuli-Venezia Giulia. Algunos amigos alpinistas me habían hablado muy bien de este macizo, y estaba seguro de que los barranquistas también sabríamos sacar partido de este escenario calcáreo, rodeado de cimas de más de tres mil metros y con una gran cantidad de descensos de interés elevado, ya sea por su dificultad o por su estética. Con esas expectativas en mente, el pasado 19 de julio salimos a la carretera, y un día y medio y mil cuatrocientos kilómetros después instalamos nuestro cuartel general cerca de la población de Belluno. No obstante, la montaña no acostumbra a plegarse a los deseos de los montañeros, y la meteorología tampoco. El tiempo se mostró mucho peor que las previsiones que habíamos consultado (Meteo.it no daba ni una), y tras varios días jugando al gato y al ratón con la lluvia y con un mal pronóstico para los días siguientes, viendo claro que nuestros principales objetivos no se iban a dejar, abandonamos la zona. A veces se gana, y a veces no.
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caras de satisfacción después de bajar un Val Maor bastante bravo |
Los barrancos que pudimos descender en la zona fueron estos:
- Val Maggiore. Descenso fácil y sin dificultades técnicas, pero muy estético.
- Val Maor. Barranco de iniciación sin apenas dificultades pero tremendamente bonito, muy encajado y de gran ambiente. Tuvimos la suerte de encontrarlo con caudal alto, con rebufos, contras, pasos estrechos e incluso algún sifón de troncos que le dieron aún mayor interés.
- Torrente Ciolesan. Descenso más completo y de mayor entidad que los anteriores, también algo subido de tono en algún paso concreto gracias a las lluvias.
- Torrente Chiadola. Juguete brevísimo que supuso una grata sorpresa. Ideal para combinar con alguno de sus vecinos y rematar así la jornada.
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estratos, luz y color en el Val Maggiore |
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excepcionales aguas vivas en el Val Maor |
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Torrente Ciolesan, un descenso completo |
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uno de los rápeles del agradable Chiadola |
De vuelta a casa, y a nuestro paso por Liguria, aún cayeron los siguientes:
- Río Prialunga. No satisfizo nuestras expectativas. Caudal mínimo: julio no es el momento.
- Río Sgorea o Barbaira. Un clásico de la zona, muy estético y juguetón gracias a sus saltos. Ya lo describí en su día aquí.
- Vallon de la Maglia. Un descenso imprescindible de los Alpes en general, viejo conocido. Descendido con caudal alegre y sorteando a multitud de grupos.
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el Barbaira tiene bonitos saltos... |
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...y pasos exhuberantes |
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Prialunga: no nos gustan los secarrales |
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la Maglia, un clásico eterno |
El trabajo de logística y preparación de este viaje han quedado desaprovechados en esta ocasión por culpa del mal tiempo, pero aquí dejo algunos datos que os pueden ser de utilidad para visitar la zona y sus barrancos.
Sobre Dolomitas
¿Cómo ir?
La población de Belluno, referencia del sector más cercano a España, se encuentra a 1.324 kilómetros de Barcelona. El viaje lleva unas trece horas y se hace casi integramente por autopista de peaje, cosa que supone un gasto de aproximadamente ciento diez euros por vehículo. Entre peajes y combustible, y según llevemos coche o furgoneta, el coste del trayecto se acerca a los doscientos cincuenta euros por vehículo, sólo ida. La alternativa es volar hasta el aeropuerto de Venecia, situado a cien kilómetros de Belluno, y alquilar un coche allí. En función del número de personas y de días que queramos estar, habrá que valorar si esta opción sale a cuenta.
¿Qué descender?
Dolomitas alberga una gran cantidad de descensos de calidad. Soffia, Val Zemola o Val Clusa son bastante conocidos, pero Vielia, Grigno o Ciolesan, por citar algunos, también son interesantes según la bibliografía consultada. He dividido los descensos en dos sectores, este y oeste, de forma que pueda adoptarse un alojamiento más o menos centrado para cada sector. Si disponemos de días suficientes, incluso podemos saltar a Eslovenia, marcada en el mapa como zona 3.
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zona de acampada del camping Nevegal, toda para nosotros |
¿Dónde dormir?
Como he dicho, parece ideal centrarse en la localidad de Belluno para el sector oeste, y en la de Gemona para el este. Cerca de ambas ciudades hay varios campings para escoger, fáciles de encontrar por internet.
¿Cuándo ir?
Con algunas excepciones, la mayoría de descensos se dejan hacer desde el mes de junio, e incluso desde mayo. Por ello, parece un buen destino para los que aprovechan la primera mitad del verano para viajar, aunque siempre atentos a la meteorología...
Fotos: David Sánchez., Bernat Castells, Xavier
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